Los pequeños productores que trabajan nuestra tierra mexicana deberían poder vivir bien de lo que hacen.
En México lo tenemos todo: Frutas que se exportan en el mundo entero, el maíz, el aguacate, el chile… Por eso, trabajamos de la mano con comunidades de productores para traer snacks naturales sin ingredientes raros.
Ékole trabaja sin intermediarios, con precios justos, y apoyando la regeneración de la tierra en lugar de desgastarla.
¿Por qué la agricultura regenerativa?
Nuestra Visión
En 2030, que el 100% de nuestros snacks vengan de fincas regenerativas.
Acciones reales todos los días
100% de nuestro mango y piña viene de agricultores en transición hacia prácticas orgánicas y regenerativas. Les damos contratos justos con condiciones que funcionan para ellos.
Cada mes, trabajamos con 60 productores en Nayarit para adoptar prácticas agrícolas que cuidan el suelo: menos pesticidas, más fertilizantes naturales, lombricomposta, etc.
Al eliminar a los que se quedan con la mayor parte, los productores reciben mejor precio por la misma cosecha.
Compramos piña y mango de cultivos que conservan la fauna nativa de Nayarit, como el jaguar, así como especies maderables y frutales de la región. Estos cultivos ancestrales son libres de químicos, con adecuado manejo agroecológico, y requieren apoyo para seguir existiendo.
Crecemos juntos, desde la tierra
Productores
en transición
Trazabilidad directa
Practicas
orgánicas
Intermediarios

"Me llamo Mario y llevo más de diez años cultivando mango. Mi fruta es de buena calidad, pero no siempre ha sido fácil vivir de esto."
Nuestro negocio es complejo y el clima cada vez golpea más fuerte. Aun así, sigo sembrando con la esperanza de que el campo mexicano tenga un futuro más justo.
Con Ékole, sé que podré vender mi fruta directamente, a un precio que me permite vivir bien. Me pagan justo y por adelantado.







